SuperJordi 2ª parte

La anterior entrada acabó con que Jordi antes de entrar a quirófano medio atontado aún tuvo el valor de pintarnos un dibujo. Pués cuando salió de reanimación, al chavalín no se le ocurre otra cosa que darme un susto. Se hizo el dormido y cuando me acerqué a él abrió los ojos y me dijo: «Buuuuuuu». Casi me lo como. Con los ojos llorosos de alegría, él me decía que no llorase, que estaba bien.

De camino a la habitación, me enseñó el dibujo que había pintado y que había dicho a las enfermeras, que cuando saliese que se lo diesen, que era para papá y mamá.

La verdad es que estoy asombrado de la capacidad que tiene para tolerar el dolor. Cuando se queja de algo o llora mucho, no lo está simulando, es que le duele de verdad.

Ya en la habitación, solo pedía comida, que tenía hambre. No me lo podía creer. A pocas horas de estar operado, solo pensaba en comer. Esa noche, cenó queso blanco (del blandito), una tortilla a la francesa y una loncha de jamón de york. Ah y una natilla. Encima pedía pan (eso no lo iba a comer ni de coña), pero él quería.

Apenas ha recibido medicación, porque no tenía dolor, así que la mañana siguiente nos mandaron a casa, porque todo iba bien.

Ahora llevamos 9 días desde la operación, y ya no ronca cuando duerme, ahora descansa cuando duerme, y puede respirar por la nariz y no dormir con la boca abierta. Lo hemos pasado mal, pero al ver que ahora descansa y tiene la vitalidad al 100% como antes, estamos muy felices.

El 16 de Agosto tenemos una revisión, para que nos digan oficialmente que ya está a tope. Por cierto, ¿os he dicho que ha arrasado con los helados?.

Besos y abrazos para todos/as y gracias de nuevo por estar ahí a la #ComunidadGlobera

Operación vegetangina

No no penséis que me he vuelto vegetariano o algo por el estilo. Reconozco que me encantan las verduras pero el título no tiene nada que ver. Tampoco tiene que ver con bola de dragón y uno de sus personajes. Os cuento.

Creo que una de las situaciones más difíciles en las que se puede ver unos padres, es la operación de un hijo. Y no me refiero a la operación pañal, ni a la operación blw, no. Me refiero a una operación literalmente.

Hay dos partes de nuestro cuerpo que son beneficiosas y perjudiciales a la vez: las vegetaciones y las anginas. Son beneficiosas en tanto en cuanto producen defensas y son defensas de nuestro cuerpo. Pero, ¿qué pasa cuando se vuelven en nuestra contra?.

Hará un par de años Jordi tenía un habla nasal, y un día cepillándole los dientes, no le veía la faringe. Ahi va!!! pero si que le ví dos bultos prominentes que se le juntaban con la campanilla. Esos dos bultos son las anginas. ¿Qué porqué en el caso de Jordi no son beneficiosas?. Porque le ahogan. Por la noche ronca, y duerme pero no descansa, de ahí que muchas veces se levante con ojeras como si no hubiese dormido. El verano pasado, se le trató con corticoides para ver si reducían su tamaño, pero esto funcionó solo un mes. Luego volvió a las andadas.

En Febrero de este año, le introdujeron una cámara por la nariz y en la pantalla pude ver que las señoras vegetaciones apenas le dejaban un pírrico espacio de medio centímetro para poder respirar. Ese mismo día la otorrinolaringóloga dijo que había que operar que eso podía derivar en defectos del habla, e incluso podía afectar al oído.

Han pasado casi 5 meses desde entonces y este miércoles, por fin, podrá respirar bien y descansar cuando duerma.

Acojonado es poco. Estoy aterrado con la puñetera operación. Creo que tengo más miedo yo que él. El es muy valiente, y se que al principio tendrá miedo pero cuando acabe todo verás que está mejor. Realmente lo que me da miedo es la anestesia total, pero es que cuando son así de pequeños no se puede hacer de otra manera.

Esperemos que el Jueves podamos decir que todo ha ido bien, y que será una semanita de recuperación, y ya estará perfecto. Si pudiera cambiarme por él, no lo dudaría ni un segundo, pero ya que no se puede, papá y mamá estarán a su lado en todo momento.

Yo siempre le digo: «Jordi tú eres nuestro superhéroe», y acto seguido el nos sonríe y nos da una confianza que no os podéis ni imaginar. Una sonrisa suya el miércoles será el mejor tranquilizante que podremos tomar.

El jueves os digo algo.